Mientras que alrededor del mundo se reconoce cada vez más la crueldad implícita en mantener animales silvestres en cautiverio, y en nuestro propio país cada vez más entidades prohiben los circos con animales, Mexico tiene la vergonzosa distinción de ser el país con más delfines en cautiverio en Latinoamérica, y el tercero a nivel mundial.
Y decimos que es una vergüenza porque en el proceso de captura mueren más del 50% de los delfines. Se les entrena haciéndoles pasar hambre. Los estanques de los delfinarios son absurdamente pequeños para animales que en libertad pueden viajar más de 100 km al día; frecuentemente carecen de sombra, ni son lo suficientemente profundos para escapar del sol; y están llenos de químicos para contrarrestar el hecho de que deben nadar en sus propios desechos. Además son animales altamente inteligentes y sociales que sufren mucho al ser separados de sus compañeros, crías o madres.
Por todas estas razones en el resto del mundo comienzan a cerrarse los delfinarios, y países como Hungría, Costa Rica, Chile, India, Suiza e Inglaterra han prohibido definitivamente este tipo de instalaciones. Tristemente en México la industria del “nado con delfines” está a la alza y se ha más que duplicado el numero de delfinarios en nuestro país en los últimos 6 años.
Todo esto a pesar de que desde el 2002 se prohibió la captura de delfines en México, y en el 2006 se prohibió el comercio en estas especies para fines que no sean “científicos”. Además nuestro país ha firmado tratados internacionales que lo obligan a combatir el trafico de estas especies.
Es obvio para cualquiera que la razón de ser de los delfinarios es lucrar del turismo y no la investigación científica. La validez científica de los delfinarios Mexicanos es tan nula como la de los balleneros Japoneses. Aún más absurdo es el argumente de que estas empresas trabajan por conservar estas especies, ya que jamás han intentado liberar delfines a su medio natural, a pesar de que presumen (falsamente) del éxito de sus programas de reproducción en cautiverio. Por ello exigimos que se elimine la exención para fines “científicos” a empresas que lucran del cautiverio de delfines u otros mamíferos marinos.
Dado que estas empresas viven del turismo, usted como turista tiene el poder para poner fin a esta farsa y exigir un mundo con Delfines en Libertad. Por favor, evite participar en actividades de “nado con delfines” y firme nuestra petición exigiendo la cancelación de todos los permisos “científicos” otorgados a empresas que lucran con el cautiverio y maltrato de los delfines.